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viernes, febrero 23, 2007

Dilema existencial: Ser “caviar” o “huevera”

Ya estoy prácticamente aburrido de escuchar o leer casi a diario aquel calificativo peyorativo para identificar a aquellos personajes de nuestra sociedad que tienen un estatus determinado y que se preocupan por temas que para muchos “ya fueron”, como derechos humanos, calidad de vida, desarrollo social, defensa del medio ambiente, entre otros.

La famosa “izquierda caviar” es una manera muy interesante que descubrieron los integrantes de la derecha peruana, junto con los fujimoristas para desestimar a los representantes de las ong y de la llamada “sociedad civil” que lucharon continuamente para sacar a la luz los temas arriba mencionados.

Entonces, de pronto en medio de toda la discusión me puse a pensar “¿soy un caviar?”, “¿soy digno de entrar en la lista negra del inefable Aldo Mariátegui o de Martha Chávez o tal vez de la Moyano?” (que dicho sea de paso embarra todo el apellido de lo que fue su hermana)

La solución podría estar en una simple diferencia, el caviar es el nombre refinado de la huevera, el caviar se sirve en las recepciones de embajadas, en Palacio de Gobierno, en la casa de la china Tudela, la huevera se come en el “llauca” con su pancito de a china, en el mercado de San Bartolo con su playa contaminada, en el bote del tío Pascual cuando sale a la mar en Chorrillos… osea el caviar es ficho la huevera es del pueblo.

Genial, entonces los directores de ONG, el padre Arana, la gente con la que trabajo ¿es ficha?... no le correspondería mejor el adjetivo de caviar a Aldo, Miró, a Giampietri, a Kouri, Rey, Lulú, y otros? Es decir, el dilema se complica aún más.

¿Qué soy? Características de un “caviar”

Según nuestros “amigos” de la derecha peruana, un caviar cumple las siguientes características:

- Es “dueño” o integrante de una (o más de una) ONG
- Con el cuento de la ayuda social, gana un buen sueldo por arriba de los cuatro dígitos (en dólares obvio).
- Maneja, como mínimo una Vitara de Susuki.
- Veranea en “eisha” o en Santa María
- Desayuna en San Antonio, almuerza en La Huaca, toma lonchecito en La Tiendecita Blanca y si cena, lo hace en La Cofradía
- No va al Teatro Marsano, va al teatro de Larcomar o al Anfiteatro Rimac en Asia.
- Su discurso está vinculado a la defensa de los pobres, el medio ambiente, los torturados, pero nunca ha pisado una comunidad campesina.

Y así sucesivamente, varios ítems que definen a nuestra “caviarada” nacional… a ver… voy a definirme sobre la base de esas características:

- No tengo una ONG, a la justas tengo una consultora que avanza a paso lento
- No gano un sueldo de cuatro digitos… si es en dólares pero no llega ni a tres
- Viajo en combi
- En el verano, voy sólo dos veces a la playa y lo mas lejos que he llegado a sido San Bartolo, bajé a Asia para un concierto y más nada.
- A la San Antonio sólo he ido a comer un sánguche, a La Huaca me invitaron, a La Tiendecita no entro ni a cañones (mi billetera se queja), y a La Cofradía tampoco voy por la misma razón.
- Al teatro no voy hace años… y a Larcomar sólo bajo a comer helados y al cine
- Tengo discurso vinculado a esos temas, pero sí he bajado a comunidades

Es decir, de todas ninguna… y si se percatan, todas las características mencionadas al inicio, tienen como fin degradar a quienes se permiten opinar y actuar en defensa de los derechos primordiales de la población.

Ahora sí por eso soy un caviar, bacán, lo acepto… prefiero ser un caviar que un “huevera” como aquellos que nos critican y nos tildan de rojos, de terrucos, de violentistas… por lo menos tengo mis ideas intactas y soy feliz con eso…