La historia (resumida) de un compromiso
Hoy recordé un momento grato y lo escribo porque me pediste que lo hiciera. ¿Recuerdas cuando estábamos nerviosos pensando en lo que ocurriría cuando nuestros padres se conocieran? Hasta temblábamos con la sola idea de pensar que nuestro amor, por más puro y bello que sea, se fuese al diablo, porque ellos no se cayeran bien.
Es más, hasta nos atrevimos a hacer una plantilla de lo que debían decir y lo que deberían callar (plantilla que obviamente, ni escribimos, ni se la dimos)… sólo recuerdo que te decía, no importa, aún así seguiremos…pero para gente como nosotros esa decisión era importante.
Llegó el ansiado día… pero es que aún puedo ver tu cara y estoy seguro que también podía ver la mía… PURA TENSION CONTENIDA EN DOS ROSTROS… abriste la puerta y tu saludo fue poco menos que rápido, mis piernas temblaban, no sentía eso desde el primer día que nos besamos (hace ya tres años), me gustó verte pero no podía expresarlo.
En eso entraron mis viejos y mi abue, tu mamá parada ahí saludándolos y yo los presentaba, luego caímos en la cuenta que tú debías presentarlo, o no se, seguimos andando en este camino loco… y lo más alucinante fue que todo mundo hablaba, desde el primer minuto se rieron, tu sobrina se lució, se portó como una lady, tu sobrino habló, no mucho como siempre pero habló, tus hermanas eran un concierto de risas, mi padre demasiado bromista, mi madre habladora, mi abuelita en su discreción también supo acaparar la atención, tu mamá super bromista y nosotros… ay Dios mío, nosotros…
NOSOTROS ERAMOS DOS PIEDRAS… que no se movían ni pronunciaban más de dos palabras juntas… yo se porque fue, no fueron nervios de protagonismo, fue el hecho de saber que este era un paso importante para nuestro futuro, era el hecho de concretar fehacientemente que estaríamos juntos para siempre… estabas bella esa noche y aún puedo recordar el brillito de tus ojos cuando nuestros papás hablaron… hasta mi abuelita se animó a mandarse su discurso y los dos estábamos estupefactos porque no nos creíamos lo que pasaba, veíamos que todo sucedía muy rápido y demasiado bien…
Luego habló mi papá…wow!!! Que discurso, que forma de pedir tu mano para su hijo…eramos poco menos que dos familias feudales en pleno castillo del Rey Arturo, celebrando la unión de sus vástagos, y yo que se supone soy el “floro” de la familia, me quedé casi mudo, tratando de hilvanar frases con sentido, la emoción fue demasiado para mí, no recuerdo si lo que te dije finalmente te gustó o lo sentiste extraño… hablaste tú y según me contaste después te sentiste corta… creo que ambos nos sentimos cortos, y finalmente entendimos que la emoción y el placer se juntaron en un solo momento… de ahí todo fue chacota y diversión entre todos, tomándose fotos y nosotros mirando, ellos lo disfrutaban mientras nosotros volábamos
Saber que a partir de aquí ya nada nos detendría nos excitó tanto, que nos dejó mudos, nos dejo sin palabras plenas y sólo nos regaló miradas, toques de manos, caricias ligeras y mucho mucho sueño de pensar en un mañana juntos… la primera parte salió bien, nuestras familias se llevaron bien, nuestros anillos estaban bonitos, aun me corta la vista ver la piedrita de tu sortija y el brillo de mi aro jejejeje…. Pero todo se enmarcó dentro del gran deseo que tenemos de seguir y estar juntos… Gracias Ana María, gracias por estar ahí, nunca me cansaré de decirte cuanto te amo.
Es más, hasta nos atrevimos a hacer una plantilla de lo que debían decir y lo que deberían callar (plantilla que obviamente, ni escribimos, ni se la dimos)… sólo recuerdo que te decía, no importa, aún así seguiremos…pero para gente como nosotros esa decisión era importante.
Llegó el ansiado día… pero es que aún puedo ver tu cara y estoy seguro que también podía ver la mía… PURA TENSION CONTENIDA EN DOS ROSTROS… abriste la puerta y tu saludo fue poco menos que rápido, mis piernas temblaban, no sentía eso desde el primer día que nos besamos (hace ya tres años), me gustó verte pero no podía expresarlo.
En eso entraron mis viejos y mi abue, tu mamá parada ahí saludándolos y yo los presentaba, luego caímos en la cuenta que tú debías presentarlo, o no se, seguimos andando en este camino loco… y lo más alucinante fue que todo mundo hablaba, desde el primer minuto se rieron, tu sobrina se lució, se portó como una lady, tu sobrino habló, no mucho como siempre pero habló, tus hermanas eran un concierto de risas, mi padre demasiado bromista, mi madre habladora, mi abuelita en su discreción también supo acaparar la atención, tu mamá super bromista y nosotros… ay Dios mío, nosotros…
NOSOTROS ERAMOS DOS PIEDRAS… que no se movían ni pronunciaban más de dos palabras juntas… yo se porque fue, no fueron nervios de protagonismo, fue el hecho de saber que este era un paso importante para nuestro futuro, era el hecho de concretar fehacientemente que estaríamos juntos para siempre… estabas bella esa noche y aún puedo recordar el brillito de tus ojos cuando nuestros papás hablaron… hasta mi abuelita se animó a mandarse su discurso y los dos estábamos estupefactos porque no nos creíamos lo que pasaba, veíamos que todo sucedía muy rápido y demasiado bien…
Luego habló mi papá…wow!!! Que discurso, que forma de pedir tu mano para su hijo…eramos poco menos que dos familias feudales en pleno castillo del Rey Arturo, celebrando la unión de sus vástagos, y yo que se supone soy el “floro” de la familia, me quedé casi mudo, tratando de hilvanar frases con sentido, la emoción fue demasiado para mí, no recuerdo si lo que te dije finalmente te gustó o lo sentiste extraño… hablaste tú y según me contaste después te sentiste corta… creo que ambos nos sentimos cortos, y finalmente entendimos que la emoción y el placer se juntaron en un solo momento… de ahí todo fue chacota y diversión entre todos, tomándose fotos y nosotros mirando, ellos lo disfrutaban mientras nosotros volábamos
Saber que a partir de aquí ya nada nos detendría nos excitó tanto, que nos dejó mudos, nos dejo sin palabras plenas y sólo nos regaló miradas, toques de manos, caricias ligeras y mucho mucho sueño de pensar en un mañana juntos… la primera parte salió bien, nuestras familias se llevaron bien, nuestros anillos estaban bonitos, aun me corta la vista ver la piedrita de tu sortija y el brillo de mi aro jejejeje…. Pero todo se enmarcó dentro del gran deseo que tenemos de seguir y estar juntos… Gracias Ana María, gracias por estar ahí, nunca me cansaré de decirte cuanto te amo.
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